Es un proyecto educativo y solidario que nace en 2013 con la idea de establecer una Red de colaboración entre distintas realidades educativas que comparten un mismo objetivo, la educación de nuestros alumnos.
La iniciativa parte del CEIP Calderón de la Barca de Leganés (Madrid) coordinada por el profesor Antonio Ferrándiz y aboga por dar a conocer otras realidades sociales y culturales mediante el contacto de centros en lugares muy diferentes de España y la escuela Passy en Senegal.
Fundamentalmente se quiere trabajar el acercamiento entre alumnos de diferentes países o diferentes zonas para que se relacionen, entren en contacto, y que la religión, la cultura o costumbres sociales no sea una barrera sino todo lo contrario, elementos de acercamiento y conocimiento. Contemplar las diferencias como elemento aglutinador y de acercamiento para buscar espacios desde los que colaborar y compartir.
Todo ello puede facilitar el mostrar a nuestros alumnos y alumnas esas realidades, lo que nos separa y lo que nos une y sentirse protagonistas de un proyecto que pretende ser potenciador de valores individuales y colectivos.
Con esta acción ya son 8 las escuelas a las que se presta ayuda en Senegal, concretamente en Passy, Nguecokh y Wandié. En la actualidad, un total de 23 colegios se han adherido a la iniciativa, ya que a los de Senegal se suman 13 en España, uno en México y otro en Estados Unidos.
Desde hace 6 años un grupo de entre 23 y 25 de profesores, dedican las vacaciones de Semana Santa para visitar, llevar material escolar, ayuda económica y medicinas a estas zonas de Senegal.
En el año 2019 me embarqué en la aventura y fue realmente enriquecedora. 25 personas, profesores, enfermeros, farmacéuticos y arquitectos nos dirigimos a Senegal. Cada uno de nosotros con 2 enormes maletas llenas de material escolar y medicinas para las escuelas de Nguekokh,Wandié, (Passy 1,2,3,4 y 5) y para el Lycee de Passy.
Las familias de los diferentes colegios implicados y la concienciación por parte de los profesores a los alumnos hace muy fácil que las maletas rebosen de material escolar, que los niños reciben con gran alegría e ilusión. «Todo esto para mí», decían asombrados. ¡Con que poquito se sienten felices!
El material médico se deja en el Dispensario, con todo lo que llevamos tendrían para todo el año, nos comunicaron.
También la ayuda económica que llevamos es muy importante.
Hicimos talleres con los niños de la escuela, jugamos, arreglamos mesas y compartimos comida y casa.